jueves, 4 de agosto de 2011

Otra vez me han envenenado y ¡por 136 euros!

Ayer hice una visita a un restaurante nuevo, digo nuevo porque no había tenido el placer de acercarme todavía. Se llama Vetula (c/ Madre Vedruna 22, Zaragoza). Fui con mi pareja, y lo que en un principio era una salida semanal para charlar de nuestras cosas con tranquilidad y probar el tipo de cocina de este local, se convirtió en una celebración de un nuevo negocio en el que estoy metida que parece que arranca después de un mes y medio de trabajo. Así que nos decidimos por el Menú Degustación: 2 aperitivos, 2 entrantes, 1 pescado, 1 carne y dos postres, vino a parte, 44 euros por comensal.

El sumiller te ofrece la posibilidad de acompañar tu menú con un maridaje de vinos diferentes según el precio que elijas, de 30 euros, de 40… Nosotros nos decidimos por un buen Champán, ya que estábamos celebrando, pues que fuera completo.
 
Pedimos Veuve de Clicquot, que no había, así como Moët&Chandon, que tampoco. Muy amable el Sumiller nos recomendó el Jackes Lagsainne que nos igualó al precio del Veuve para compensar la carencia de los dos anteriores en la carta.

SIN PAN SIN GLUTEN

Avisé de mi celiaquía y me cambiaron varios platos del menú. Lo que no tenían era pan sin gluten mientras para los no celiacos había pan de 4 clases: de melocotón, de aceituna.... Tras traerme el primer plato, comenté al camarero que no iba a volver a preguntar si los platos que me iban trayendo los podía comer o no. Primero por que la cena resulta así muy pesada y segundo porque si han cambiado los platos se supone que están al día de lo que es el gluten. Pues no debió ser así, porque, no se el resto de los celiacos, pero yo tengo una sensibilidad alta y de rápida reacción. A lo que llegué a casa, son 20 minutos los que le cuesta al tranvía, ya estaba quejándose mi estómago.

ME HAN VUELTO A ENGAÑAR

Una pena de verdad, porque los camareros mostraron que la juventud y profesionalidad no están reñidas, además de una gran amabilidad. Pero los 136 euros de la factura creo que al menos obliga a que en la cocina sepan lo que es el gluten, tengan cuidado con los celiacos y no nos engañen. Si no se está seguro de algo, lo mejor es no ofrecerlo. Yo me habría comido un primero y un segundo de la carta y no pasaba nada. Pero así, lo que han conseguido es que la cena no fuera todo lo bien que podría haber ido porque al final, sientes que te han vuelto a engañar.

Por cierto, un inciso, si te apetece que el postre acabe por dar a tu paladar el golpe de gracia, no es este el sitio ideal para ello. Ni para celiacos ni no celiacos.

4 comentarios:

  1. Que rabia!!!! Cuanto lo siento!!! A mi me pasa igual, soy demasiado sensible, en media hora estoy con unos dolores que nadie me puede engañar que me han dado gluten.
    Yo ya he aprendido que la buena voluntad de los camareros no sirve de nada, si en la cocina no ponen cuidado, la contaminacion es igual de peligrosa!!
    Que rabia!!!

    ResponderEliminar
  2. jooooooo!! que mal.
    La verdad es que así se te quitan las ganas de salir a cenar :(((
    A ver si poco a poco mejora el tema del gluten y la restauración.
    Bsotes
    Sonia

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que es una pena. Sólo es necesario un poco de interés. Yo entiendo que para una cocina puede llegar a ser un engorro el preparar un menú para un celiaco cuando está el comedor lleno, pero como he dicho en otras ocasiones es mejor que te ofrezcan otras cosas más sencillas, a la plancha, e irte bien que salir dandote cuenta de que te han "envenenado".

    ResponderEliminar
  4. Hola,
    No soy celíaca pero trabajé durante un tiempo en una restaurante donde uno de nuestras clientas más asiduas lo era (como tú, de alta sensibilidad). Como yo era muy consciente del peligro que para ella podía suponer comer algo con gluten, le aconsejé los platos que yo sabía 100% no tenían gluten. Come recompensa, me dio una lista de todas las cosas que no podía comer que me ayudó a saber guiar a otros clientes con este problemilla.
    Sin embargo, uno de los mayores problemas en la cocina es la 'cross contamination'. El camarero/a ayuda al cliente a elegir algo que no le envenene. Sin embargo, el cocinero usa una sartén o una cuchara que acaba de utilizar con algo con harina y la lía... :(
    Esto nos pasó con alguien alérgico a los frutos secos - pobrecillo acabó en urgencias. El chef siempre se quejaba de que le pusiera en las comandas que la persona en cuestión era alérgica o tenía algún tipo de intolerancia. Mi respuesta: es para que todas tus herramientas estén limpias cuando lo prepares, desde la tabla donde lo cortes, a la sarten pasando por la cuchara con que lo sirvas!
    Mi consejo, avisad de que necesitan usar utensilios limpios, que no hayan usado para preparar otra cosa que sí tenía gluten. Cuando os evenenen, volved al sitio y decidles lo que ha pasado. Desgraciadamente, tendréis que educar a muchos en este asunto.
    Perdona la parrafada, casi te escribo otro blog! :)

    ResponderEliminar