lunes, 29 de agosto de 2011

Homeopatía sin gluten para centrar mi cabeza



Ya estoy de vuelta. Las vacaciones han dado para mucho y vuelvo con nuevas ideas. He decidido abrir una sección en el blog que se llame “Esta es otra historia”. Porque no se vosotros pero yo me canso de estar hablando siempre de lo mismo. Gluten por aquí y gluten por allá. Los celiacos, como ya dije en otra ocasión, somos también personas, y como tales llevamos una vida normal, como el resto de la humanidad, en la que nuestros problemas no se centran únicamente en la celiaquia y cómo esquivar el gluten. Además es que es saludable y recomendable hablar de otras cosas.

ESTA ES OTRA HISTORIA

En fin que esta es otra historia, si, pero interesante también, de una celiaca. Resulta que mi mente últimamente ha estado en tantas cosas que he vivido situaciones rocambolescas que me han hecho hacer un alto en el camino para recapacitar. Os cuento. Yo siempre he sido despistada, pero desde que me diagnosticaron de celiaquía la verdad es que ha ido a más. Ya pregunté en la Asociación Celiaca Aragonesa sobre ello, pero me dijeron que en principio no tenía nada que ver con la celiaquia. Se lo dije al medico y pasó de mÍ, pero es que en los dos últimos meses me ha pasado de todo: Fui a sacar dinero y me lo dejé en el cajero. He perdido la llave de mi coche y la de mi pareja, no a la vez, primero una y a las semanas la otra. Y lo peor fue que el otro día me quedé en la calle sin llaves, ni dinero, ni el móvil ni nada de nada. Iba a tirar la basura y cuando me di cuenta estaba fuera de casa sin llaves. Y menos mal que iba en vaqueros, que otras veces voy hecha un zarrio con pantalones de pijama y en chanclas.

¿VIDENTE?

No me digáis que no es grave la cosa. Pues coincidió que ese día tenia que ir al médico por la tarde y se lo conté. Yo le dije que en otra ocasión había comentado el problema de mi memoria de pez y se me habían reído, pero que si ella pensaba que todo lo que me estaba pasando no era nada… porque a mi me parecía que me estaba volviendo loca. Y me escuchó, ¡y me atendió en condiciones! Le conté qué era lo que sentía y me hizo unas preguntas que la verdad yo pensaba que era vidente: ¿eres friolera? Y ¿te gusta lo salado verdad? Y bebes mucha agua… pues si, acertó en todas.

HOMEOPATIA SIN GLUTEN NI LACTOSA

Me ha recomendado homeopatía y ¡funciona!. Me la han hecho especifica para mi sin gluten ni lactosa. No ha recuperado mi cerebro de mosquito, porque lleva su tiempo, pero me está equilibrando y os diré por qué. Yo jamás desayuno dulce porque no me gusta, siempre te y mi tostada con tomate y jamón. ¡Pues llevo una semana tomando dulce! Y esto es desde que me tomo las gotas. ¡Impresionante!. Si sigue así va a conseguir que mi mente se centre de una vez por todas y piense en una sola cosa cada vez.

Pensaréis que es una tontería, pero para mi es importante, al menos notar algo, porque tanto olvido, despiste y demás iban a acabar conmigo. Es una sensación parecida al principio del diagnóstico de la celiaquia. Cuando dejas de comer un montón de cosas y sigues teniendo síntomas porque hay algo que se te escapa y tiene gluten. Pues lo mismo. Que intentas estar pendiente y aún así sigues olvidándote de cosas o perdiéndolas y sientes que eres incapaz de controlarte a ti misma.

Os seguiré contando…

jueves, 11 de agosto de 2011

CERRADO POR VACACIONES

Ahora me toca a mi disfrutar de unos días de descanso.
Nos vemos en septiembre con más Historias Celiacas

lunes, 8 de agosto de 2011

ESTA ES OTRA HISTORIA



Viendo Sexo en Nueva York, un capitulo en el que Carrie vuelve de París huyendo de una relación fallida y se reencuentra con sus amigas, me ha venido a la mente lo que una que dice ser amiga me ha hecho recientemente. Esta es otra historia si, no es una historia celiaca, pero a los celiacos también nos pasan estas cosas, que también somos personas.

Cuando una amiga que conoces, de la que te puedes esperar cualquier cosa por eso, porque la conoces, te hace algo que esperas (porque como ya digo la conoces), no te sorprende pero sí te fastidia, porque al menos yo pienso ¿Cómo puede haber gente en el mundo así? ¿No es más fácil ayudar y hacer feliz al otro? Yo al menos lo intento, porque si los que tengo alrededor no son felices, ¿como lo voy a ser yo?

En fin, vaya filosofada. Espero que me entendáis. Llevo dándole vueltas al asunto unos días porque al fin y al cabo es mi amiga. Y entonces me pregunto ¿De qué me sirve tener amigos así? Aportarme ya me aporta poco. Puedo comportarme como ella pero no me apetece, no soy así. Pero esta ya es otra historia...


jueves, 4 de agosto de 2011

Otra vez me han envenenado y ¡por 136 euros!

Ayer hice una visita a un restaurante nuevo, digo nuevo porque no había tenido el placer de acercarme todavía. Se llama Vetula (c/ Madre Vedruna 22, Zaragoza). Fui con mi pareja, y lo que en un principio era una salida semanal para charlar de nuestras cosas con tranquilidad y probar el tipo de cocina de este local, se convirtió en una celebración de un nuevo negocio en el que estoy metida que parece que arranca después de un mes y medio de trabajo. Así que nos decidimos por el Menú Degustación: 2 aperitivos, 2 entrantes, 1 pescado, 1 carne y dos postres, vino a parte, 44 euros por comensal.

El sumiller te ofrece la posibilidad de acompañar tu menú con un maridaje de vinos diferentes según el precio que elijas, de 30 euros, de 40… Nosotros nos decidimos por un buen Champán, ya que estábamos celebrando, pues que fuera completo.
 
Pedimos Veuve de Clicquot, que no había, así como Moët&Chandon, que tampoco. Muy amable el Sumiller nos recomendó el Jackes Lagsainne que nos igualó al precio del Veuve para compensar la carencia de los dos anteriores en la carta.

SIN PAN SIN GLUTEN

Avisé de mi celiaquía y me cambiaron varios platos del menú. Lo que no tenían era pan sin gluten mientras para los no celiacos había pan de 4 clases: de melocotón, de aceituna.... Tras traerme el primer plato, comenté al camarero que no iba a volver a preguntar si los platos que me iban trayendo los podía comer o no. Primero por que la cena resulta así muy pesada y segundo porque si han cambiado los platos se supone que están al día de lo que es el gluten. Pues no debió ser así, porque, no se el resto de los celiacos, pero yo tengo una sensibilidad alta y de rápida reacción. A lo que llegué a casa, son 20 minutos los que le cuesta al tranvía, ya estaba quejándose mi estómago.

ME HAN VUELTO A ENGAÑAR

Una pena de verdad, porque los camareros mostraron que la juventud y profesionalidad no están reñidas, además de una gran amabilidad. Pero los 136 euros de la factura creo que al menos obliga a que en la cocina sepan lo que es el gluten, tengan cuidado con los celiacos y no nos engañen. Si no se está seguro de algo, lo mejor es no ofrecerlo. Yo me habría comido un primero y un segundo de la carta y no pasaba nada. Pero así, lo que han conseguido es que la cena no fuera todo lo bien que podría haber ido porque al final, sientes que te han vuelto a engañar.

Por cierto, un inciso, si te apetece que el postre acabe por dar a tu paladar el golpe de gracia, no es este el sitio ideal para ello. Ni para celiacos ni no celiacos.