Tengo una amiga que no vive aquí en mi ciudad y cuando iba a verla a Barcelona al principio de mi diagnóstico siempre me daba arroz blanco, porque no tenía muy claro qué es lo que podía comer y lo que no. Me preguntaba cientos de veces por el pan o por la pasta y me decía “Madre mía si fuera por mí ya te habría envenenado cientos de veces”. Ayer hablando a través del Facebook, me preguntaba “Si alguna vez te enveneno, ¿qué tengo que hacer?”. Y yo le dije: “Tú nada, quedarte con el remordimiento. Yo ir al baño”. Y no hay más tratamiento que este para un celiaco cuando sufre la contaminación cruzada. Y me decía “¿Y no te llevo al hospital o a urgencias?” “Pues mejor que no porque esto se sufre en silencio y cada uno en su casa”, contesté.
RECOMENDACIONES PARA LOS AMIGOS DEL CELIACO
Esta es una recomendación para los amigos de un celiaco: Si dudas pregúntale qué puede comer antes de meter la pata. Debes saber que estamos hartos de ensaladas y carne a la plancha en restaurantes que piensan que los celiacos nos alimentamos únicamente de eso. Cúrrate unas croquetitas, una lasaña o algo que realmente nos sorprenda. Esto más que una recomendación es un deseo mío, pero si tienes un amigo celiaco y lo vas a invitar a cenar, házselo porque lo recordará de por vida.
RECOMENDACIONES PARA LA SUEGRA DEL CELIACO
El otro día mi suegra me invitó a comer a su casa y me dijo que de menú había ensalada y carne a la plancha. Casi me da algo. Pensé “¿Y para eso me cruzo la ciudad entera?” Hombre, un poquito de por favor suegras. Que somos celiacos y necesitamos un poco de cariño y comprensión. Yo ya he decidido que no me muevo de casa si no es por un guiso, una paella o algo a este nivel de elaboración.
Ya imaginaréis que llevo una mala racha gastronómica. Que hace días que no me como un plato elaborado en condiciones y esto se nota en el ánimo y el humor. De ahí este post reivindicativo para el mundo celiaco.