La vida te da sorpresas, como dice la canción, sorpresas te da la vida... desde luego que sí. A mis 32 años me sorprendió la celiaquía. A los 35 mi primer hijo y a los 37 el segundo. A los 33 mi primer despido. A los 32 un trabajo que nunca habría creído para mi, a los 36 un giro radical a mi vida, durante los 12 últimos años unas amigas que muchos desearían y en los últimos días Qué Box, una caja con un contenido espectacular para un celiaco con cierta intolerancia a la lactosa como yo.
UNA FORMA DE SORPRENDER A UN CELIACO
Y no sólo eso, que también hace paquetes para
otras intolerancias y alergias. ¿No os parece genial? A mi me lo parece. Es
un excelente regalo para sorprender a un celiaco. Conocía iniciativas de
este tipo que te permitían probar diferentes cosméticos pero no de celiacos y
me parece una idea genial, porque en mi caso, después de varios años probando
productos, ya me he hecho a unos y no sigo arriesgando.
Pero Qué Box me ha
animado a probar cosas nuevas. Cosas sin gluten y otras de las que desconocía su existencia o que nunca habría probado porque no sé
como cocinarlas o cómo tomarlas, como las mazorcas de maíz o la leche merengada on the Rocks.
Cada caja lleva unos 12 productos sin gluten y
cuesta 19,90, un precio muy inferior al real. Pero ya no sólo es el precio. Es
la ilusión de recibir esta caja en casa con toda una variedad de
productos sin gluten. Y probarlos y descubrirlos. Y esto es lo que me ha vueltoa ilusionar como celiaca, os lo digo en serio. A lo mejor pensáis que con qué poco me conformo o ilusiono, pero de verdad que yo necesito poco y esto meparece mucho. A mí y a muchos celiacos.
Y es que pequeñas cosas son en muchas
ocasiones las que te hacen ser feliz. Y ser feliz hoy en día es complicado.
Así que yo me quedo con esta pequeña pero gran sorpresa que me ha devuelto la ilusión sin gluten.
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