Es Cubells |
Conozco a varias personas que no
saben decir que no y eso es un problema, porque su vida se basa en complacer a
los demás mientras ellos no están a gusto. Puedo llegar a entender esta forma
de ser basada en el sacrificio por los demás o en el gustar a todo el mundo a
base de complacencia. También a las mujeres se nos ha etiquetado con la frase "dicen no cuando quieren decir si" totalmente incierta, porque yo conozco a muchos hombres que
dicen si cuando quieren decir no.
Pero lo que más me molesta es cuando en los restaurantes se empeñan en decir que tiene pan sin gluten cuando en realidad
quieren decir que no. Vamos, que te digo que si para que vengas y luego cuando
estés aquí ya veo como soluciono el marrón.
LOS RESTAURANTES DICEN SI AL PAN SIN GLUTEN CUANDO QUIEREN DECIR NO
Mi estancia en Ibiza está siendo
genial porque me he propuesto que nada ni nadie me la amargue. Playita, relax,
playita y otra vez relax. Pero eso no
quita para que el comienzo fuera con mal pie en lo que a sin gluten se refiere.
Fuimos un grupo a cenar al restaurante Rasca Lobos en San Jordi. La mesa estaba
reservada desde hacía un tiempo.
La cena fue el jueves y el lunes llamé para
avisar de mi presencia celiaca en el grupo. Me dijeron muy amablemente que por supuesto tenían pan
sin gluten y que podría comer sin problemas. Pues para empezar no tenían pan. Y
de los tres entrantes que había en el centro para compartir uno no lo pude
comer y otro era jamón, así que sin pan.
¿NO ES MEJOR DECIR NO CUANDO ES QUE NO?
¿Por qué se empeñan en decir que
si cuando quieren decir no? ¿Serán así con todo? ¿Por qué se empeñan en los
restaurantes en engañarnos para después
hacernos cenar a disgusto, la mitad de las cosas y sin pan? ¿Es que no se dan
cuenta que llamamos con antelación para eso?
Cala Bassa |
Si me dicen que no hay pan yo me
lo llevo y tan contenta. Me habría comido mi jamoncito a gusto acompañado de mi
pan sin gluten como los demás y listo. Pero así se te pone una mala baba que ya
no cenas en condiciones, además eres la “prota” del grupo (que eso me supera)
con el “pobrecita sin pan” y demás comentarios y que parte de la cena es otra
vez lo mismo, la celiaquia. Y creo que ya tengo bastante como para que en una
cena en vacaciones hablemos de nuevo de celiaquía.
Pero tranquilidad y relax….tanquilidad y relax… que
para eso son las vacaciones.
(He preferido acompañar este post con fotos de las maravillosas playas de Ibiza , una opción mejor que de las pechugas a la plancha que me está tocando comer en los restaurantes.)
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Te entiendo perfectamente, acabo de volver de Marida dor, te dicen que ningun problema con los celiacos y luego llegas ahi y no tienen ni idea, vamos que comer poco y además contaminado...y eso que era un cinco estrellas!!!ni te imaginas como llevo la boca de aftas...vamos que me estoy acordando de toda su familia..
ResponderEliminarYa lo siento Flor. Creo que las vacaciones son el momento de mayor estrés para un celiaco en lo que se refiere a comidas. Espero que se haya compensado con el ocio, el relax, la tranquilidad, la diversión... y si te sirve de consuelo yo también me seguiré acordando de su familia porque te comprendo al 100 por 100.
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