Así es celiacos, los genes son los genes. Por mucho que nos empeñemos. Yo creía que les había ganado la batalla, pero no. Como os he ido contando, después del parto recuperé muy pronto mi peso, incluso he estado durante este año casi dos kilos y medio por debajo, pero ha sido dejar el pecho y ya lo tengo todo conmigo. Estar están conmigo, pero no en el mismo sitio. Antes tenía varios kilos asentados en mi trasero, ahora los tengo en la tripa. Así son las cosas.
EL PECHO ES MUCHO PECHO
Con el pecho además de volver los kilos volvieron las noches. Me refiero a dormir de una vez sin despertarme cada hora. Y es que el pecho es mucho pecho. Ya sea para los kilos, ya sea para el sueño. Bruno duerme del tirón sin despertarse desde que cumplió el año hace dos semanas y esto es una bendición. Lo de los kilos no tanto, porque eso de atiborrarme a galletas con chocolate sin cantearse la báscula se acabó. Y lo cierto es que el apetito si se ha reducido pero las ganas de comer dulce no. Y eso es un problema.
LOS SUEÑOS SON SÓLO SUEÑOS
Llegué a pensar que si podía estar tanto tiempo por debajo de los 65 kilos comiendo todo lo que quería también podría desaparecer la celiaquía, pero no ha sido así. Ni lo uno ni lo otro. Los sueños son sólo eso, sueños. Y lo genes, con o sin gluten, también son sólo eso, genes.
ENLACES RELACIONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario